jueves, 23 de abril de 2015

Argumento de la experiencia religiosa

Esta postura parte de la premisa que los seres humanos crearon o se inventaron a un “Dios” para tener paz mental, “satisfacer” sus necesidades y cumplir sus deseos. Así tienden a explicar la presencia de las miles deidades a través de los siglos y las culturas. Tienden a pensar que Dios es una invención humana para llenar alguna necesidad.

____

Pero, ¿por qué existe esta necesidad?

Si Dios no existe, ¿por qué pensamos que lo necesitamos? Desde las culturas más desarrolladas hasta las culturas indígenas que viven en lo más remoto del mundo, todas tienen deidades y una necesidad de un Ser más grande que ellos. ¿Cómo el ateo explica esto?

La refutación a esta postura anti-Cristiana se conoce como el “Argumento del Deseo.”

C.S. Lewis lo puso de la siguiente manera:

“Las criaturas no nacen con deseos a menos que una satisfacción a esos deseos exista. Un bebé siente hambre; pues hay tal cosa como comida. Un patito quiere nadar; pues hay tal cosa como agua. Los hombres sienten deseo sexual; pues hay tal cosa como sexo. Si encuentro en mi una necesidad que ninguna cosa en este mundo puede satisfacer, la explicación más razonable es que fui hecho para otro mundo. Probablemente los deseos del mundo nunca tuvieron el propósito de satisfacerlos, sino sólo despertarlos – sugiriendo lo verdadero.”

La necesidad de Dios está porque existe una satisfacción a esa necesidad. La buscamos más allá de este mundo, porque no hay nada en este mundo que satisfaga esa necesidad de Dios. Los humanos tienen todo tipo de deseos que nos satisfacen momentáneamente. Sin embargo, por más agradable que sean estas experiencias, anhelamos algo más. Algo permanente. Algo más allá. Algo perfecto.

C.S. Lewis también escribe sobre la llenura de la música y la literatura:

“Los libros y la música en los cuales se nos enseñó que encontraríamos belleza nos traicionarán si confiamos en ellos; no es en ellos, si no a través de ellos que viene – y lo que viene es el anhelo. Estas cosas – la belleza, la memoria de nuestros pasados – son buenas imágenes de lo que verdaderamente deseamos; pero, si son confundidas por lo que verdaderamente representan, se convierten en tontos ídolos, que rompen los corazones de sus adoradores.”

Nuestros gozos terrenales no son fines en si mismos. Nuestros estados de deseos incumplidos nos apuntan a Alguien que sí puede satisfacer. Si Dios nunca hubiese existido, nosotros no lo sabríamos. Como la luz, por ejemplo. Si nunca hubiese existido la luz, no hubiésemos tenido necesidad de ojos, por lo cual nunca nos preguntaríamos cosas como: “¿Existe la luz?”; “¿Qué es la luz?”; “¿Qué es ‘ver’?”; “¿Por qué no puedo ver?”

Por lo tanto, el mero hecho de que nos cuestionemos la existencia de Dios apunta a que existe. Si no, no hubiese necesidad de cuestionarlo, porque no sabríamos que Dios nunca existió.

[Ambas citas de C.S. Lewis son de su libro “The Weight of Glory.”]

(Argumento del deseo) ¿Dios creó al hombre o el hombre creó a Dios?

Esta postura parte de la premisa que los seres humanos crearon o se inventaron a un “Dios” para tener paz mental, “satisfacer” sus necesidades y cumplir sus deseos. Así tienden a explicar la presencia de las miles deidades a través de los siglos y las culturas. Tienden a pensar que Dios es una invención humana para llenar alguna necesidad.

____

Pero, ¿por qué existe esta necesidad?

Si Dios no existe, ¿por qué pensamos que lo necesitamos? Desde las culturas más desarrolladas hasta las culturas indígenas que viven en lo más remoto del mundo, todas tienen deidades y una necesidad de un Ser más grande que ellos. ¿Cómo el ateo explica esto?

La refutación a esta postura anti-Cristiana se conoce como el “Argumento del Deseo.”

C.S. Lewis lo puso de la siguiente manera:

“Las criaturas no nacen con deseos a menos que una satisfacción a esos deseos exista. Un bebé siente hambre; pues hay tal cosa como comida. Un patito quiere nadar; pues hay tal cosa como agua. Los hombres sienten deseo sexual; pues hay tal cosa como sexo. Si encuentro en mi una necesidad que ninguna cosa en este mundo puede satisfacer, la explicación más razonable es que fui hecho para otro mundo. Probablemente los deseos del mundo nunca tuvieron el propósito de satisfacerlos, sino sólo despertarlos – sugiriendo lo verdadero.”

La necesidad de Dios está porque existe una satisfacción a esa necesidad. La buscamos más allá de este mundo, porque no hay nada en este mundo que satisfaga esa necesidad de Dios. Los humanos tienen todo tipo de deseos que nos satisfacen momentáneamente. Sin embargo, por más agradable que sean estas experiencias, anhelamos algo más. Algo permanente. Algo más allá. Algo perfecto.

C.S. Lewis también escribe sobre la llenura de la música y la literatura:

“Los libros y la música en los cuales se nos enseñó que encontraríamos belleza nos traicionarán si confiamos en ellos; no es en ellos, si no a través de ellos que viene – y lo que viene es el anhelo. Estas cosas – la belleza, la memoria de nuestros pasados – son buenas imágenes de lo que verdaderamente deseamos; pero, si son confundidas por lo que verdaderamente representan, se convierten en tontos ídolos, que rompen los corazones de sus adoradores.”

Nuestros gozos terrenales no son fines en si mismos. Nuestros estados de deseos incumplidos nos apuntan a Alguien que sí puede satisfacer. Si Dios nunca hubiese existido, nosotros no lo sabríamos. Como la luz, por ejemplo. Si nunca hubiese existido la luz, no hubiésemos tenido necesidad de ojos, por lo cual nunca nos preguntaríamos cosas como: “¿Existe la luz?”; “¿Qué es la luz?”; “¿Qué es ‘ver’?”; “¿Por qué no puedo ver?”

Por lo tanto, el mero hecho de que nos cuestionemos la existencia de Dios apunta a que existe. Si no, no hubiese necesidad de cuestionarlo, porque no sabríamos que Dios nunca existió.

[Ambas citas de C.S. Lewis son de su libro “The Weight of Glory.”]

miércoles, 22 de abril de 2015

Los Absolutos Lógicos como argumento trascendental.

Los Absolutos Lógicos y Dios (3 parte)

     En la Lección Anterior, tratamos brevemente con el hecho de que la discusión racional requiere la existencia de los absolutos lógicos.  Tal vez el uso más común de los absolutos lógicos en el diálogo es el de la Ley de No Contradicción.  Para nosotros es fácil señalar cuando alguien se contradice.  Pero la única razón por la que hacemos esto, se debe al principio de lo que llamamos La Ley de la No Contradicción: Que A no puede ser tanto A y ninguna A al mismo tiempo y en el mismo sentido.  Esta es la segunda ley de la lógica.  Así que vamos a ver que ningún pensamiento racional es posible sin el fundamento de los absolutos lógicos.  Ahora bien; hagámonos una pregunta: ¿De dónde provienen los absolutos lógicos? 
     Lo que queremos presentar aquí es lo que se llama el "Argumento Trascendental".  Vale la pena conocerlo debido a que es poderoso como método para establecer la existencia de Dios.  Le da además a la persona que lo usa, una base de entendimiento donde la última fuente de racionalidad descansa en Dios mismo.  Este argumento puede volverse valioso en la medida en que lo adapte en muchas discusiones.  Lo que queremos entonces, es enseñárselo esperando que lo pueda utilizar posteriormente. 
     Notará que este acercamiento será usado por Matt Slick en los siguientes diálogos con ateos y ha demostrado ser muy efectivo en casi toda conversación que ha sostenido con un ateo cuando se trata del tema de la racionalidad.  Recuerde que con frecuencia al ateo le gusta pensar de sí mismo como un ser más racional que el Cristiano.  Pero cuando Usted le presente este argumento, y no pueda racionalmente tratarlo, estará estableciendo que está pensando en forma crítica, mostrando así, que la base de la racionalidad del ateo es defectuosa y que en última instancia es una persona irracional y que Usted cuenta con un argumento para la existencia de Dios que él, no podrá refutar. 

El Argumento Transcendental

     Los absolutos lógicos existen.  Por ejemplo, la Ley de la No Contradicción establece que algo no puede ser tanto verdadero como falso al mismo tiempo.  Vamos a tomar esta ley, este absoluto lógico, así como también el concepto total de la existencia de los absolutos lógicos y tratar de explicar la existencia de los mismos.  En otras palabras: ¿Cómo explicamos la existencia de los absolutos lógicos? 
     La naturaleza de la lógica es conceptual.  El pensamiento lógico es un proceso mental.  Por esta razón, los absolutos lógicos —la base del pensamiento lógico— no pueden ser ni descubiertos ni encontrados con la ayuda de un telescopio; tampoco los puede congelar, tomarles una fotografía, pesarlos o colocarlos en un envase.  Esto se debe a que su naturaleza no es física sino conceptual.  Si estos son conceptuales en su naturaleza, debemos preguntarnos: ¿De dónde vinieron?  Generalmente las personas dirán que nosotros como humanos inventamos las leyes de la lógica.  Pero existe un problema con esta explicación.  Nuestras mentes son diferentes y con frecuencia se contradicen entre sí.  En contraste, los absolutos lógicos son siempre verdaderos.  Lo que una persona consideraría como absolutamente verdadero y lógico podría ser negado por otra.  Por lo tanto, no puede ser posible que los absolutos lógicos dependan del pensamiento humano. 
     La naturaleza de los absolutos lógicos es que estos son trascendentes.  Esto significa que trascienden el espacio y el tiempo.  Si Usted fuera a viajar al futuro en un billón de años, los absolutos lógicos serían todavía verdaderos.  Si Usted fuera a viajar un billón de años en el pasado, los absolutos lógicos seguirían siendo verdaderos.  De la misma forma, si Usted fuera a viajar a cualquier lugar en el universo, los absolutos lógicos no dejarían de ser verdaderos.  Estos siempre son verdaderos, no importa dónde se encuentre o a dónde vaya.  Por lo tanto, los absolutos lógicos trascienden el espacio y el tiempo;  de ahí el título "El Argumento Trascendental". 
     Como los absolutos lógicos no son dependientes de o son afectados por el espacio y el tiempo y no son físicos, no dependen de la materia existente en el universo.  Todo lo que podemos hacer, nosotros los humanos, es descubrirlos.  Nosotros, no los creamos. 
     Hemos establecido cuatro puntos: 

Los absolutos lógicos son por naturaleza, conceptuales, no físicos. Los absolutos lógicos no son dependientes del pensamiento humano. Los absolutos lógicos trascienden el espacio y el tiempo. Los absolutos lógicos no son dependientes de la existencia del universo físico. 

     Pregunta: ¿Es justo decir que los pensamientos de una persona son un reflejo de su mente?  Si una persona tiene una mente irracional, entonces sus pensamientos y su hablar reflejarán esa irracionalidad.  Pero si una persona tiene una mente lógica, entonces podríamos esperar que sus pensamientos también sean lógicos.  Si admitimos que los absolutos lógicos son tanto conceptuales como trascendentes en naturaleza y absolutos, entonces, ¿no es justo concluir que existe una mente trascendente y absoluta que es la autora de los absolutos lógicos? 
     Por ejemplo, en este punto a los ateos no les gusta esta conclusión ya que ellos presuponen que Dios no existe.  En este punto, pídales que ofrezcan una explicación más racional para la existencia de los absolutos lógicos.  Todavía no se ha podido encontrar un ateo que dé tal clase de explicación.  Sin embargo, y aun cuando no sea lógica, tratarán de responder. 

Los absolutos lógicos son vistos en la naturaleza

     Por lo general, los ateos nos dirán que los absolutos lógicos son el resultado de observar la naturaleza.  Responderán declarando que una roca no hace nada más sino existir como roca.  Al observar que una roca no cambia y que una roca no es un pájaro, concluyen entonces que los absolutos lógicos no son nada más que las observaciones de la materia. 
     Ellos están en lo correcto al decir que una roca no cambia.  Sin embargo, sus observaciones y análisis son por naturaleza conceptuales y están basados en la lógica.  Ellos usan la lógica para sacar conclusiones acerca de la lógica misma, pero aún así, ellos no explican la existencia de esos absolutos lógicos.  En otras palabras, ellos no pueden asumir que los absolutos lógicos sean verdaderos con el fin de mostrar que esos absolutos, son verdaderos.  Esto se conoce como "la mentira de dar por sentado algo".  Decir solamente que existen solo porque describimos su conducta no explica el por qué de su existencia. 
     Un problema adicional es el siguiente: ¿Cómo saben ellos que una roca nunca será un pájaro?  ¿Podría ser que si se observara la roca por un período de tiempo pudiera ocurrir?  La respuesta obvia es negar esta posibilidad, pero esa negación sería una suposición.  Si el ateo nos fuera a decir que es absolutamente imposible que una roca cambie espontáneamente en un pájaro, entonces el ateo ha reconocido la primera ley de la lógica, a saber, la Ley de la Identidad.  Una roca es una roca, no un pájaro.  Una vez más, el ateo ha citado en forma indirecta un absoluto lógico sin explicar su existencia.  El hecho, apoya la verdad del absoluto lógico.  Es el absoluto lógico que establece que una roca, en forma espontánea, no se convertirá en un pájaro.  Sin embargo, el ateo no puede explicar la existencia de esos absolutos lógicos. 

¿Demasiado fuerte? 

     Esto puede ser difícil de entender para algunas personas.  Si es así, por favor, lo invitamos a que lo repase nuevamente para que lo entienda mejor.  De hecho, es un argumento valioso el cual le ayudará a tener un mejor fundamento lógico en su manera de pensar. 

------------------------Resumen ------------------------
 

Los absolutos lógicos son, por naturaleza, conceptuales, no físicos. Los absolutos lógicos no son dependientes del pensamiento humano debido a que nuestras mentes son entre sí, diferentes y contradictorias. Los absolutos lógicos trascienden el espacio y el tiempo debido a que son verdaderos sin importar dónde se encuentre o a dónde vayaLos pensamientos de una persona son un reflejo de su mente. Por lo tanto, existe una mente trascendente y absoluta que es la autora de los absolutos lógicos. 

Silogismos


Silogismos (5 parte)

     El pensamiento crítico al aprender algunas doctrinas del Cristianismo, requiere con frecuencia establecer premisas y llegar a conclusiones.  Por lo tanto, necesitamos conocer lo que son los silogismos.  Un silogismo es un argumento que contiene dos premisas con una conclusión.  Aprender cómo llegar a conclusiones adecuadas basados en declaraciones, es extremadamente valioso.  En la siguiente Lección, Usted aprenderá cómo pensar usando la lógica, la deducción, la inducción y claro está, los silogismos.  Entendiendo lo básico del silogismo, Usted podrá identificar más fácilmente los errores cuando se ofrezcan silogismos falsos. 
     Tal vez el ejemplo más famoso de un silogismo es el siguiente: 

Ejemplo 1

Premisa 1: Todos los hombres son mortales. 
Premisa 2: Sócrates es un hombre. 
Conclusión: Sócrates es mortal. 

     El silogismo consiste de dos declaraciones y una conclusión.  En el silogismo anterior, si la Premisa 1 y la Premisa 1 son correctas, entonces, la conclusión es necesariamente, válida.  Este es un silogismo obviamente correcto.  Vamos a observar otro más: 

Ejemplo 2

Premisa 1: Jesús presenta atributos humanos. 
Premisa 2: Jesús presenta atributos divinos. 
Conclusión: Jesús es tanto humano como divino. 

     La Biblia, claramente nos demuestra la humanidad de Cristo cuando lo describe a Él caminando, hablando, teniendo hambre y sed, cansado, etc.  Aún más, vemos que Jesús afirmó un atributo divino cuando declaró haber tenido una existencia previa con Dios el Padre antes de la fundación del mundo (Jn 17:5): Él también afirmó Su atributo divino de omnipresencia cuando en Mateo 28:20, dijo: "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.  Amén."  Note que Jesús dijo que estaría con los discípulos siempre en todo lugar.  Jesús manda a los discípulos al mundo y debido a que ellos toman direcciones diferentes, y debido a que Jesús afirmó que Él estaría con ellos; concluimos que tiene Su atributo es omnipresente.  Vamos a planificarlo:

Ejemplo 3

Premisa 1: Jesús dijo que estaría con los discípulos. 
Premisa 2: Los discípulos van a todo lugar. 
Conclusión: Jesús está en todo lugar. 

     Silogismo Inválido

    Un silogismo inválido es un silogismo que sus premisas son correctas, pero la conclusión es incorrecta.  Miremos el siguiente ejemplo: 

Ejemplo 4

Premisa 1: Todos los Cristianos creen que hay un sólo Dios. 
Premisa 2: Los Testigos de Jehová creen que hay un sólo Dios. 
Conclusión: Los Testigos de Jehová son Cristianos. 

    Este silogismo es un poco difícil.  Ambas premisas son verdaderas, pero la conclusión no lo es.  El problema es que las dos premisas, aunque correctas, no son suficientes para hacer que la conclusión sea, necesariamente verdadera.  Estas no son lo suficientemente específicas para garantizar que la conclusión es correcta.  Nosotros sabemos que lo que hace a una persona Cristiana no está limitado a creer que existe un sólo Dios.  Los Musulmanes también creen que hay un sólo Dios; sin embargo, ellos no son Cristianos.  Por lo tanto, la conclusión es incorrecta.  Vamos a echar otro vistazo a otro silogismo inválido: 

Ejemplo 5

Premisa 1: Todos los pájaros vuelan. 
Premisa 2: Un pingüino es un pájaro. 
Conclusión: Los pingüinos vuelan. 

     El problema es este silogismo es que la premisa uno, no es correcta.  No todos los pájaros vuelan.  Por ejemplo, los pingüinos y las avestruces no vuelan.  Otro ejemplo: 

Ejemplo 6

Premisa 1: Todas las águilas vuelan. 
Premisa 2: El pájaro en la jaula es un águila. 
Conclusión: El pájaro en la jaula vuela. 

     El problema en este silogismo es que no todas las águilas vuelan.  Un águila recién nacida no puede volar aún, cuando sea un águila.  Esto invalida el silogismo.  Además, no sabemos si el águila en la jaula es capaz de volar.  Es posible que solo tenga un ala, o que sus alas hayan sido cortadas.  En la premisa seis no tenemos suficiente información;  por lo tanto, la conclusión no es necesariamente lógica. 
     Existen diferentes clases de silogismos.  Los anteriores ejemplos son llamados silogismos de categoría y son los más comunes. 
     El pensamiento crítico requiere con frecuencia el uso apropiado de silogismos y es necesario que seamos capaces de examinarlos.  Primero, revise las premisas del silogismo para ver si son o no verdaderas.  Entonces, vea si la conclusión necesariamente proviene de las premisas.  Si una de las premisas es inválida, entonces, la conclusión es sospechosa. 
     Por lo tanto, cuando piense en sostener una discusión racional con alguien que ofrece declaraciones con conclusiones, asegúrese de examinar las premisas para validarlas.  Pero recuerde: Las premisas correctas no necesariamente llevan a una conclusión correcta como vimos en el ejemplo cuatro. 
     Siempre escuche si la conclusión proviene de las declaraciones dadas.  Para poder hacer esto, necesitará escuchar o leer cuidadosamente pensando en forma clara.  Esto no requiere de mucha práctica y por lo general, tenemos la habilidad inherente de reconocer problemas lógicos.  Así que, anímese a estudiar. 

------------------------Resumen ------------------------

Un silogismo es un argumento que contiene dos premisas y una conclusión. Los silogismos son la clase de argumentos más usados. Un silogismo inválido es un silogismo que contiene una conclusión que no es lógicamente correcta. 
 

Deducción e Inducción

Deducción e Inducción (4 parte)

     Los dos métodos principales del razonamiento son llamados deducción e inducción.  La deducción trabaja de lo general a lo más específico, y la inducción va de lo específico a lo general.  En la deducción, la conclusión lógicamente sigue a las premisas; ésta, es una conclusión necesaria y es verdadera.  En la inducción,  la conclusión "probablemente" sigue a las premisas y no son necesariamente verdaderas. 
     Los siguientes ejemplos son simples ilustraciones.  No hay necesidad de pasar a niveles multifacéticos de tipos de argumentación deductiva.  Esto es para el estudiante de la lógica formal.  Más bien, todo lo que necesitamos conocer es lo básico y el poder ser capaces de aplicar los fundamentos a nuestras conversaciones y la defensa y establecimiento de la fe Cristiana. 

DeducciónTodos los hombres son mortales.  Sócrates es un hombre.  Por lo tanto, Sócrates es un mortal. Cada acción que Dios ha hecho alguna vez, ha sido buena.  Dios hizo el mundo.  El haber hecho el mundo fue bueno. El libro está sobre la mesa.  La mesa está sobre el piso; por lo tanto, el libro está sobre el piso. 
Inducción: Todos los primeros de Enero y por los últimos años ha llovido en Hawaii.  Por lo tanto, el próximo año en ese día, lloverá también. Note que la conclusión suena razonable, pero no se prueba hasta después del hecho.  La conclusión podría estar equivocada. Cada águila que he observado tiene plumas oscuras;  por lo tanto, todas las águilas tienen plumas oscuras. Solo porque todas las águilas que he observado tienen plumas oscuras, no significa que todas las águilas tienen plumas oscuras.  Aun, cuando esto podría ser cierto —si hablamos de las águilas maduras.  Sin embargo, podría haber águilas albinas, o águilas jóvenes que no tienen plumas oscuras. Cada libro que he observado en la biblioteca tiene más de un año de antigüedad.  Todos los libros en la biblioteca tienen más de un año. Podría ser que todos los libros en la biblioteca tienen más de un año de antigüedad.  Pero esto no necesariamente tiene que ser así ya que no sabemos si la primera oración significa que he observado todos los libros en la biblioteca.  Si no los he observado todos, podría ser que haya libros que tengan menos de un año de antigüedad.  

     La diferencia entre la deducción e inducción es muy simple.  La deducción, generalmente significa que todas las conclusiones establecidas de las premisas son correctas.  Sin embargo, como Usted verá en la siguiente Lección acerca de los silogismos(cuatro ejemplos), este no siempre es el caso. 
     La razón por la que Usted necesita conocer la diferencia entre deducción e inducción es para que pueda identificar claramente argumentos racionales o irracionales.  Desafortunadamente, muchas personas usan la inducción como un sustituto para la deducción.  Usted debe ser cuidadoso en no permitir que alguien llegue a una conclusión que sea demasiado amplia y que no necesariamente se requiera debido a la información que se ha establecido.  Como puede ver en los ejemplos anteriores de inducción, las conclusiones no necesariamente siguen a las premisas. 
    

 ------------------------Resumen------

La deducción es una forma de lógica que trabaja de lo general a lo específico, estableciendo conclusiones necesarias a partir de las premisas. La inducción es una forma de lógica que trabaja de lo específico a lo general, estableciendo conclusiones probables a partir de las premisas. Algunas veces las personas usan la inducción como un sustituto para la deducción y erróneamente hacen declaraciones generalizadas. 

Las tres leyes de la Lógica

Las Tres Leyes de la Lógica

     La lógica es el eje del pensamiento crítico y es extremadamente útil para sacar a la luz el error y establecer la verdad.  Hay principios en la lógica y nos gustaría presentarle a Usted las primeras tres leyes de la lógica las cuales son muy importantes:

La Ley de la Identidad. La Ley de la No Contradicción. La Ley del Medio Excluido. 

     La ley de la identidad establece que A es A.  En otras palabras, algo es lo que es.  Una manzana es una manzana.  Si algo existe tiene una naturaleza, una esencia.  Por ejemplo, un libro tiene una portada y una contraportada con páginas en su interior.  Un automóvil tiene cuatro ruedas, asientos, puertas, vidrios, etc.  Un árbol tiene ramas, hojas, un tronco y raíces.  Esto también significa que cualquier cosa que exista tiene características.  Reconocemos lo que algo es al observar sus características.  Usted sabe que un árbol es un árbol debido a que ve sus ramas, sus hojas, su tronco, etc. 
     Aún más, si algo tiene una identidad, no puede tener otra, ya que ésta es única e individual.  En otras palabras: Si algo existe cuenta con una serie de atributos que son consistentes consigo mismo.  Este algo, no tiene un conjunto de atributos que sean inconsistentes consigo mismo.  Por lo tanto, podemos fácilmente concluir, que un gato no es un paracaídas.  Una manzana no es un automóvil de carreras y un árbol no es una película. 

     La ley de la no contradicción nos dice que A no puede ser tanto A y ninguna A al mismo tiempo y en el mismo sentido.  En otras palabras: algo, como una declaración no puede ser al mismo tiempo tanto verdadero como falso y del mismo modo.  Con frecuencia usamos la ley de la no contradicción en discusiones y debates ya que somos capaces de reconocer cuando algo es contrario a sí mismo.  Si le dijéramos a Usted que ayer alguien fue de compras y más tarde le dijéramos que ese alguien no fue de compras, Usted nos corregiría diciéndonos que existe una contradicción.  Una contradicción ocurre cuando una declaración excluye la posibilidad de otra y aun ambas afirman ser verdaderas.  Ya que sabemos que ambas no pueden ser verdad, vemos entonces, una contradicción.  Basados en este principio, podemos concluir, que la verdad no se contradice a sí misma.  Este es un concepto muy importante.  Vamos a repetirlo: "La verdad no se contradice a sí misma." 

     La ley del medio excluido dice que una declaración es verdadera o falsa.  Por ejemplo: "El cabello de esa mujer es castaño."  Es verdadero o falso que el cabello de esa mujer es castaño.  Otro ejemplo: La declaración "Estoy embarazado", es verdadera o falsa. Debido a quien escribe esta Lección es un hombre, no es posible que esté embarazado.  Por lo tanto, la declaración es falsa.  Si fuera una mujer, sería posible que estuviera embarazada dadas las condiciones normales del cuerpo de la mujer.  Cuando una mujer se encuentra embarazada, no existe una posición intermedia: Está, o no está embarazada.  La ley del medio excluido es importante ya que nos ayuda a tratar con absolutos y esto es particularmente importante en una sociedad donde el relativismo es promovido y las declaraciones verdaderas son negadas.

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Más sobre ley del medio excluido:
Este principio declara que todo tiene que ser o no ser "A es B" o "A no es B".
Si decimos, por ejemplo, que "el perro es un mamífero" y que "el perro no es mamífero", no podemos rechazar estas dos proposiciones como falsas, pues no hay una tercera posibilidad.

En el principio de tercero excluido es preciso reconocer que una alternativa es falsa y otra verdadera y que no cabría una tercera posibilidad.
Estas leyes, serán utilizadas a lo largo de las siguientes lecciones. 
------------------------ Resumen-----------------------

La ley de la identidad establece que A es A; que si algo existe tiene una naturaleza, una naturaleza individual.  Es lo que es. La ley de la no contradicción nos dice que A no puede ser tanto A y ninguna A al mismo tiempo y en el mismo sentido.  La verdad no es contradictoria en sí misma. La ley del medio excluido dice que una declaración es verdadera o falsa. 

Los Absolutos Lógicos

Los Absolutos Lógicos (2 parte)

     Los absolutos lógicos, por ejemplo, las Tres Leyes de la Lógica, son los componentes básicos de la discusión y el análisis.  Cuando buscamos establecer la verdad, todo nuestro pensamiento debe presuponer que existen verdades absolutas.  Aun si alguien niega la existencia de las verdades absolutas, esa persona, estaría haciendo una declaración absoluta y verdadera. 
     No podemos sostener una discusión racional si no existieran absolutos lógicos, de la misma forma que no podríamos construir un edificio sin sus bases.  Si no hay absolutos lógicos, entonces, nuestro pensamiento no tendría bases consistentes y no reflejaría la verdad y/o la realidad.  Como ya se declaró en la Lección anterior (Tres Leyes de la Lógica), si nos contradijéramos en una conversación, su oyente, estaría en lo correcto al señalarle su contradicción.  Su observación sería exacta debido a la ley de la no contradicción:  algo no puede ser al mismo tiempo verdadero y falso en el mismo sentido.  Nota: Esta es una ley, no una recomendación.  Es importante que entendamos, ya que la racionalidad, el descubrir la verdad estableciéndola, sacar a luz el error, etc., no podrían llevarse a cabo si no existieran los absolutos lógicos. 
     El pensamiento crítico, el debate, el exponer el pensamiento equivocado, etc., presupone la existencia de los absolutos lógicos.  Esto no significa que todas las personas que tratan y son lógicas sean necesariamente, conscientes de estar reconociendo la existencia de los absolutos lógicos.  Pero la discusión racional se basa en estos absolutos.  Ya sea que una persona los reconozca o no. 
     Sin un estándar de racionalidad, no podemos exponer lo que es irracional.  Ya sea que alguien reconozca o no esta presuposición es irrelevante al hecho de que el fundamento de la racionalidad se levanta sobre la verdad absoluta y los absolutos lógicos. 
     No podemos tener una discusión racional si la verdad es relativa.  Matt Slick, presidente y fundador de CARM nos ilustra acerca de esto: "Recuerdo haber tenido una conversación con alguien que me dijo que la verdad es relativa al individuo y que no existe tal cosa como los absolutos lógicos."  Matt entonces le respondió con la siguiente declaración: "Los sueños azules son más rápidos que el Miércoles."  Esperó por su respuesta y finalmente, la persona le preguntó acerca de lo que estaba diciendo.  A lo que Matt le respondió algo así: "Yo vuelo en la yerba de colores pescando ladridos."  La persona hizo entonces un comentario de que lo que Matt estaba diciendo no tenía absolutamente ningún sentido, a lo que respondió: "Estás en lo correcto.  Esto no tiene sentido."  Agregó además que si todo es relativo, esa conversación que estaban sosteniendo, no tendría sentido.  Ahora bien, aun cuando esta conversación no estaba clara, esa persona, estaba reconociendo inadvertidamente los conceptos absolutos.  A continuación, Matt le explicó a esa persona que para poder tener un diálogo racional se debe tener una verdad común: Un absoluto común.  Definitivamente, si no se tiene esto, no se puede sostener un diálogo real.  Por lo tanto, para poder tener una discusión racional, debemos usar la lógica la cual, está basada en el fundamento de los absolutos lógicos, las leyes de la lógica. 

Los Absolutos Lógicos

     Los absolutos lógicos son verdades lógicas que son absolutas.  En otras palabras: Estos son siempre verdaderos, en todo momento y donde sea.  Un ejemplo sería: "Algo no puede traerse a sí mismo a existencia".  Sabemos que esto es verdad ya que si algo no existe, no puede tener ningún atributo y no sería capaz de llevar a cabo ninguna acción.  Traer algo a la existencia demanda acción.  Pero si algo no existe, nada puede ser llevado a cabo y esto, no podría traerse a sí mismo a existencia.  Entonces podemos ver que la declaración, "Algo no puede traerse a sí mismo a existencia", es una verdad absoluta. 
     Otro ejemplo de un absoluto lógico es la declaración: "Algo en sí mismo no puede ser y no ser al mismo tiempo en el mismo sentido."  Esto debería hacerle recordar a las personas, la ley de la no contradicción.  Normalmente, cuando esto es mencionado a las personas que niegan tal cosa como la existencia de la verdad absoluta, se les debe recordar que si más adelante tuvieran que señalar que estamos siendo contradictorios, ellos no tendrían ningún derecho de afirmar tal cosa como una verdad absoluta, si la ley de la no contradicción no fuera válida.  Reconocer solamente la validez de los absolutos lógicos para poder tener una discusión racional pero negar posteriormente esos absolutos es, a la larga irracional.  Por lo tanto, si ellos dicen que no hay verdad absoluta, están entonces subestimando el mismo fundamento del argumento de esa persona.  Decir además que la verdad absoluta no existe, es una declaración absolutamente cierta.  Pero la declaración, en sí misma, sería contradictoria.  Decir por lo tanto, "no existe una verdad absoluta", no puede ser una declaración verdadera. 
     ¿Ve lo importante de esto?  Lo que con frecuencia se debe hacer con las personas, normalmente con relativistas y ateos, es debilitar el sistema de pensamiento de ellos.  Por ejemplo, un relativista dirá que todos los puntos de vista son igualmente válidos.  Pero  ¿cómo puede ser esto posible, si un punto de vista contradice a otro punto de vista?  Ambos puntos de vista no pueden ser correctos si estos, se excluyen mutuamente, ya que se violaría la ley de la no contradicción. 
     De otro lado, un ateo, no puede explicar las leyes de la lógica porque para él, no existe la mente absoluta (Dios), y nosotros, por lo tanto, no podemos tener una lógica absoluta.  (Nota: De esto se hablará en la siguiente Lección).  Al debilitar las presuposiciones de un ateo y un relativista, es mucho más fácil descubrir los argumentos de ellos. 
     Entienda por favor que el pensamiento racional presupone la verdad absoluta.  No podemos tener una base para una discusión racional sin las verdades absolutas, y estas incluyen absolutos lógicos.  Si no existieran tales cosas como los absolutos lógicos, entonces, todas las cosas serían relativas y la verdad no real podría ser establecida. 

------------------------Resumen ------------------------

Para poder tener un diálogo racional, debemos asumir que existen verdades absolutas. No podemos tener diálogo racional sin presuponer los absolutos lógicos. Si no existen tales cosas como los absolutos lógicos, entonces, todas las cosas serían relativas y la verdad no real podría ser establecida. 

"¿Existe un argumento que pruebe la existencia de Dios?"

La pregunta de si hay un argumento concluyente para la existencia de Dios, ha sido debatida a través de la historia por gente extraordinariamente inteligente que se ha colocado a ambos lados de la disputa. En tiempos recientes, los argumentos contra de la posibilidad de la existencia de Dios han asumido un espíritu militante, que acusa a cualquiera que se atreva a creer en Dios, como alguien delirante e irracional. Karl Marx aseguraba que cualquiera que creyera en Dios debía tener un desorden mental que causaba la invalidación del intelecto. El psiquiatra Sigmund Freud escribió que una persona que creyera en un Dios Creador, era una persona delirante, y que sólo sostenía esas creencias debido a un factor de “cumplimiento de un deseo” lo que causó que Freud lo considerara como una posición injustificable. El filósofo Frederick Nietzsche dijo abiertamente que la fe equivalía a negarse a conocer lo que es verdadero. Las voces de estas tres figuras de la historia (junto con otras), ahora son simplemente repetidas por una nueva generación de ateos quienes claman que la creencia en Dios está intelectualmente injustificada.

¿Realmente es éste el caso? ¿El creer en Dios es mantener una posición racionalmente inaceptable? Fuera de lo referente a la Biblia, ¿puede establecerse un caso de la existencia de Dios que refute la posición tanto de los viejos como de los nuevos ateos, y ofrecer suficiente garantía para creer en un Creador? La respuesta es sí, se puede. Por otra parte, al demostrar la validez de un argumento a favor de la existencia de Dios, el caso del ateísmo resulta ser intelectualmente débil.

Para formar un argumento para la existencia de Dios, debemos comenzar por hacer las preguntas correctas. Comenzamos con la pregunta metafísicamente más básica: “¿Por qué tenemos algo, en vez de nada en absoluto?” Esta es la pregunta básica de la existencia - ¿Por qué estamos aquí; por qué está la Tierra aquí; por qué está aquí el universo en vez de la nada? Comentando sobre este punto, un teólogo ha dicho, “En un sentido, el hombre no hace las preguntas acerca de Dios; su existencia misma levanta la pregunta acerca de Dios.”

Al considerar esta pregunta, hay cuatro posibles respuestas del por qué tenemos algo en vez de nada en absoluto:

1. La realidad es una ilusión.
2. La realidad es/fue auto-creada.
3. La realidad es auto-existente (eterna)
4. La realidad fue creada por algo que es auto-existente.

Así que, ¿cuál es la solución más plausible? Comencemos con la realidad siendo simplemente una ilusión, lo cual es la creencia de un número de religiones orientales. Esta opción fue excluida hace siglos por el filósofo Rene Descartes quien es famoso por su declaración, “Pienso, luego existo.” Descartes, un matemático, argumentó que si él estaba pensando, entonces él debía “existir.” En otras palabras, “Pienso, por lo tanto, no soy una ilusión.” Las ilusiones requieren de algo que experimente la ilusión, y por otra parte, tú no puedes dudar de la existencia de ti mismo sin probar tu existencia; es un argumento auto-excluyente. Así que la posibilidad de que la realidad sea una ilusión queda eliminada.

La siguiente es la opción de que la realidad sea auto-creada. Cuando estudiamos filosofía, aprendemos sobre las declaraciones “analíticamente falsas”, lo que significa que son falsas por definición. La posibilidad de que la realidad sea auto-creada es una de esos tipos de declaraciones por la simple razón de que algo no puede ser anterior a sí mismo. Si tú te creaste a ti mismo, entonces tú debes haber existido antes para que te crearas a ti mismo, pero eso simplemente no puede ser. En la evolución a veces se refieren a esto como la “generación espontánea” – algo que procede de la nada – una posición que pocos, si no es que ninguna persona razonable sostiene, simplemente porque no puedes obtener algo de la nada. Aún el ateo David Hume dijo, “Yo nunca juzgué tan absurda una proposición como la de que cualquier cosa puede surgir sin una causa.” Puesto que algo no puede proceder de nada, la alternativa de la realidad como algo auto-creado es excluida.

Ahora, nos hemos quedado con solo dos elecciones – una realidad eterna, o la realidad siendo creada por algo que es eterno; un universo eterno o un Creador eterno. El teólogo del siglo XVIII Jonathan Edwards resumió esta encrucijada:

• Algo existe.
• La nada no puede crear algo.
• Por tanto, existe un “algo” necesario y eterno.

Notemos que tenemos que regresar a un “algo” eterno. El ateo que se burla del creyente en Dios por creer en un Creador eterno, debe recapacitar y aceptar la existencia de un universo eterno; es la única otra puerta que puede elegir. Pero ahora la pregunta es, ¿a dónde conduce la evidencia? ¿Acaso la evidencia apunta a la existencia de la materia antes que la mente, o a la mente antes que la materia?

Hasta ahora, todos los puntos clave de la evidencia científica y filosófica apuntan lejos de un universo eterno y hacia un Creador eterno. Desde el punto de vista científico, los científicos honestos admiten que el universo tuvo un principio, y todo lo que tiene un principio no es eterno. En otras palabras, todo lo que tiene un principio tiene una causa, y si el universo tuvo un principio, tuvo una causa. El hecho de que el universo tuvo un principio, es subrayado por evidencias tales como la segunda ley de la termodinámica, el eco de radiación del big bang descubierto a principios del siglo XX, el hecho de que el universo se esté expandiendo y pueda ser rastreado hasta un singular inicio, y la teoría de la relatividad de Einstein. Todas ellas prueban que el universo no es eterno.

Más aún, las leyes que rodean la causalidad hablan en contra de que el universo sea la causa última de todo lo que conocemos por este simple hecho: un efecto debe asemejarse a su causa. Siendo esto así, ningún ateo puede explicar cómo un universo impersonal, sin propósito, sin significado y amoral, accidentalmente creo seres (nosotros) que están llenos de personalidad y obsesionados con el propósito, el significado y las leyes morales. Tal cosa, desde el punto de vista causal, refuta por completo la idea de un universo natural dando origen a todo lo que existe. Así que al final, el concepto de un universo eterno es eliminado.

El filósofo J. S. Mill (no un cristiano) resumió a lo que ahora hemos llegado: “Es evidente en sí, que solo la Mente puede crear mente.” La única conclusión racional y razonable es que un Creador eterno es el responsable por la realidad tal como la conocemos. O poniéndolo en un conjunto de declaraciones lógicas:

• Existe algo.
• Tú no obtienes algo de nada.
• Por tanto necesariamente existe “algo” eterno.
• Las únicas dos opciones son un universo eterno y un Creador eterno.
• La ciencia y la filosofía han descartado el concepto de un universo eterno.
• Por tanto, existe un Creador eterno.

El alguna vez ateo Lee Strobel, quien llegó a este resultado final hace muchos años, ha comentado, “Esencialmente, me di cuenta de que siendo ateo, tendría que creer que la nada produce todo; que la no-vida produce vida; la aleatoriedad produce sincronización; que el caos produce información; que la inconsciencia produce consciencia; y la no-razón produce razón. Estos saltos de fe simplemente fueron demasiado grandes para que los aceptara, especialmente a la luz del caso afirmativo para la existencia de Dios… En otras palabras, en mi evaluación, la cosmovisión cristiana justificó la totalidad de la evidencia mucho mejor que la cosmovisión atea.”

Pero la próxima pregunta que debemos abordar es la siguiente: si existe un Creador eterno (y ya hemos demostrado que así es), ¿qué clase de Creador es Él? ¿Podemos inferir opiniones acerca de Él en base a las cosas que ha creado? En otras palabras ¿podremos entender la causa por sus efectos? La respuesta a esto es sí, podemos hacerlo, deduciendo las siguientes características:

• Él debe ser de naturaleza sobrenatural (puesto que Él creó el tiempo y el espacio).
• Él debe ser omnipotente (excesivamente poderoso).
• Él debe ser eterno (auto-existente).
• Él debe ser omnipresente (Él creó el espacio y no está limitado por él).
• Él debe ser eterno e inmutable (Él creó el tiempo).
• Él debe ser inmaterial porque trasciende el espacio y lo físico.
• Él debe ser personal (lo impersonal no puede crear la personalidad).
• Él debe ser infinito y único puesto que no puedes tener dos infinitos.
• Él debe ser plural y sin embargo tener unidad puesto que la unidad y la diversidad existen en la naturaleza.
• Él debe ser omnisciente (supremamente inteligente). Solo un ser cognoscitivo puede producir seres cognoscitivos.
• Él debe tener propósito puesto que creó todo deliberadamente.
• Él debe ser moral (ninguna ley moral puede obtenerse sin un dador).
• Él debe ser protector (o no habrían sido dadas leyes morales).

Siendo ciertas estas cosas, ahora preguntamos si alguna religión en el mundo describe a tal Creador. La respuesta a esto es sí: el Dios de la Biblia se ajusta perfectamente a este perfil. Él es sobrenatural (Génesis 1:1), poderoso (Jeremías 32:17), eterno (Salmo 90:2), omnipresente (Salmo 139:7), eterno/inmutable (Malaquías 3:6), inmaterial (Juan 5:24), personal (Génesis 3:9), necesario (Colosenses 1:17), infinito/único (Jeremías 23:24,Deuteronomio 6:4), plural pero con unidad (Mateo 28:19), inteligente (Salmo 147:4-5), con propósito (Jeremías 29:11), moral (Daniel 9:14), y protector (1 Pedro 5:6-7).

Un último punto por abordar sobre el tema de la existencia de Dios, es el asunto de cuán justificable es en realidad la posición del ateísmo. Puesto que el ateo afirma que la posición del creyente no es convincente, sólo es razonable voltear la pregunta y dirigirla de regreso a él. La primer cosa por entender es la afirmación que hace el ateo – “sin dios,” que es lo que significa “ateo” – es una posición insostenible de adoptar desde el punto de vista filosófico. Como dice el jurista y filósofo Mortimer Adler, “Una proposición existencial afirmativa puede ser probada, pero una proposición existencial negativa – una que niega la existencia de algo – no puede ser probada.” Por ejemplo, alguien puede asegurar que las águilas rojas existen y alguien más puede asegurar que las águilas rojas no existen. El primero sólo necesita encontrar una sola águila para probar su afirmación. Pero el segundo debe peinar el universo entero y literalmente estar en todo lugar al mismo tiempo para asegurarse que él no ha pasado inadvertida ninguna águila roja en alguna parte y en algún momento, lo cual es imposible de hacer. Esto es por lo que los ateos intelectualmente honestos, admitirán que ellos no pueden probar que Dios no existe.

En seguida, es importante entender el problema que rodea la seriedad de las afirmaciones de la verdad que se han hecho, y la cantidad de evidencia requerida para respaldar ciertas conclusiones. Por ejemplo, si alguien pone dos vasos de limonada frente a ti, y te dice que una puede ser más ácida que la otra; puesto que las consecuencias de elegir la bebida más ácida no son serias, no necesitarías una gran cantidad de evidencia para tomar tu decisión. Sin embargo, si el anfitrión le añadiera azúcar a un vaso pero en el otro pusiera veneno para ratas, entonces querrías tener la suficiente evidencia antes de tomar tu decisión.

Aquí es donde una persona sopesa las evidencias, al tratar de decidir entre el ateísmo y el creer en Dios. Puesto que el optar por el ateísmo podría resultar en irreparables consecuencias eternas, parecería que debiera demandarse del ateo presentar pruebas fundamentales y de peso para apoyar su postura, pero no puede. El ateísmo simplemente no puede presentar la prueba para la evidencia por la gravedad de los cargos que hace. En vez de ello, el ateo y aquellos a quien él convence de su posición, se deslizan a la eternidad con sus dedos cruzados, esperando no encontrar la desagradable verdad de que la eternidad realmente existe. Como dice Mortimer Adler, “Más consecuencias para la vida y la acción se derivan de la afirmación o negación de Dios, que de ninguna otra pregunta básica.”

Así que ¿el creer en Dios tiene una garantía intelectual? ¿Existe un argumento racional, lógico y razonable para la existencia de Dios? Absolutamente. Mientras que los ateos tales como Freud aseguran que aquellos que creen en Dios simplemente quieren el cumplimiento de un deseo, tal vez es Freud y sus seguidores quienes realmente sufren del cumplimiento de un deseo: la esperanza y el deseo de que no haya un Dios, ni a quién entregar cuentas, y por lo tanto tampoco un juicio. Pero refutando a Freud está el Dios de la Biblia, quien afirma Su existencia y el hecho de que verdaderamente vendrá un juicio para aquellos que sabían dentro de ellos mismos la verdad de que Él existe, pero que suprimieron esa verdad (Romanos 1:20). Pero para aquellos que responden a la evidencia de que realmente existe un Creador, Él ofrece el camino de salvación que ha sido logrado a través de Su Hijo, Jesucristo: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13)

martes, 21 de abril de 2015

¿Dios existe? La ciencia lo defiende cada vez más.


Muchas personas creían que a medida que la ciencia avanzara, habría menos necesidad de recurrir al argumento de que existe Dios para explicar el universo. Sin embargo, "los rumores de la muerte de Dios eran prematuros ", apunta el escritor estadounidense Eric Metaxas.
En 1966, el astrónomo Carl Sagan afirmó que había dos criterios importantes para que un planeta pudiera sustentar vida: la estrella adecuada y un planeta situado a la distancia correcta de la estrella. No obstante, a medida que nuestro conocimiento sobre el universo aumentó, se hizo evidente que eran necesarios muchos más factores para que la vida fuera posible.

"Las probabilidades indican que ni siquiera nosotros deberíamos estar aquí", recalca Metaxas en un artículo publicado en 'The Wall Street Journal'. De hecho, actualmente hay más de 200 parámetros conocidos que son necesarios para que un planeta pueda sustentar vida. Debe estar presente cada uno de ellos, de lo contrario todo se cae a pedazos.

"¿Es posible que cada uno de esos parámetros haya sido perfecto por accidente? ¿No les parece que asumir que una inteligencia creara estas perfectas condiciones requiere mucha menos fe que creer que la vida en la Tierra superó por casualidad probabilidades inconcebibles para llegar a existir? ", cuestiona el escritor, que añade que la idea de que todo "simplemente ocurrió desafía el sentido común".

Según Metaxas, puede que el profesor de Matemáticas de la Universidad de Oxford John Lennox tenga razón al decir que "cuanto más conocemos nuestro universo, más credibilidad gana la hipótesis de que hay un creador".

Argumento teleológico

¿Qué es “Fine-Tuning”?

El Argumento Teleológico (comúnmente conocido como “Fine-Tuning” o de “Precisión”) trata de establecer que el universo requiere una condiciones y circunstancias específicas e improbables para poder funcionar y – más aún – para que la vida sea posible. Estas condiciones tienen que darse de una forma específica y simultánea para que todo lo que conocemos pueda existir.

A continuación, argumentaré sobre la imposibilidad de que estas condiciones hayan surgido de forma aleatoria, accidental y caótica, y que estas imposibilidades apuntan a que hubo un diseño específico de una mente personal.

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Imagina que te levantas de tu cama y sales de tu casa a buscar el periódico. Ahí te encuentras que tu jardín delantero está cubierto de basura. ¿Habrá sido un acto accidental o será que alguien lo hizo a propósito? ¿Qué dicen las pistas? Buscas tus botes de basura, pero están llenos aún; la basura no vino de tu propia casa. ¿El viento pudo haber soplado la basura hasta tu jardín? Es posible, pero tus vecinos no tienen basura en sus casas. Si fue el viento, ¿por qué a ningún otro jardín de ninguna otra casa tiene basura también?

Cuando hay dos eventos improbables sucediendo simultáneamente, se multiplica la improbabilidad. Encontrando dos pistas que son improbables hace que todo el evento sea más improbable aún.

Cuando lo llevamos al marco del universo, surgen preguntas como: “¿Por qué estamos aquí?”; “¿Por qué hay algo en vez de nada?”; “¿Por qué hay orden y leyes en vez de caos en el universo?”

Al final, así como con el jardín, nos quedamos con dos opciones: o todo (desde la vida hasta el universo mismo) fue puesto aquí a propósito o fue un accidente.

Resumámoslo lógicamente:

1. La precisión del universo es a causa de un accidente o por diseño.
2. Esta precisión no fue a causa de un accidente.
3. Por lo tanto, la precisión es producto de un diseño.

Entonces, ¿cómo sabemos que el universo demuestra intención y diseño?

Parámetros para que la Vida sea posible

Las tres dimensiones en las cuales vivimos son cruciales. En el 1955 un hombre llamado G.J. Whitrow demostró que la vida no era posible, excepto en un universo tri-dimensional. Cuando se expresan en tres dimensionas, las matemáticas y las leyes de la física tienen propiedades únicas que son pre-requisitos necesarios para la existencia de seres racionales (como tú y yo) – como, por ejemplo, las constantes universales. Los valores de varias fuerzas naturales están precisamente diseñadas para que exista vida intelligente, como las interacciones elctromagnéticas o las razones de protones a electrones en los átomos.

De hecho, es gracias a la estructura tri-dimensional del universo que la química del mundo es como es, la cual crea las circunstancias adecuadas para que exista la vida (por ejemplo, la mezcla del oxígeno y nitrógeno que respiramos).

Whitrow no pudo explicar por qué el universo actual tiene tres dimensiones, pero sí dijo que si no las tuviese, ¡no estaríamos aquí para hacer la pregunta!

Interesantemente, Whitrow estaba en lo cierto. Mucho de lo que actualmente existe en el universo tiene que mantenerse (y haberse mantenido) a casi exactamente la misma forma que en un principio para que el universo fuese una realidad. Por ejemplo, el universo se está expandiendo a una velocidad constante llamada la Constante de Hubble. Esta velocidad es de 48 millas por segundo por 3.26 milliones de años luz.

Si el universe se expandise más lento que eso, alteraría la gravedad, causando que aumentase en fuerza. Esto haría que todas las estrellas fuesen enanas rojas – muy pequellas para que pudiesen sustentar vida. Si ocurriese lo opuesto, que se expande más rápido, entonces todas las estrelles fuesen gigantes azules – las cuales se queman muy rápidas como para que se pueda desarrollar la vida.

Hay un principio llamado “El Principio de Exclusión Pauli.” Este principio de física cuántica logró describir el órden de la estructura de los átomos para que puedan combinarse para crear elementos nuevos. ¿Por qué la naturaleza se comporta de esta manera? Sin este principio, los elementos fuesen muy densos como para permitir la vida inteligente. Como consecuencia de principios como este, la materia y los sistemas sub-atómicos son estables, permitiendo que la vida exista.

De hecho, la diferencia entre las masas de los protones y neutrones en los átomos también son parte de una muy delicada “coincidencia” – absolutamente crucial para tener un entorno capaz de sostener la vida. Esta diferencia ayuda a que el protón no se descomponga y se convierta en neutrón. Si esto sucediese, la vida fuese imposible. Interesantemente, esta razón entre el núcleo de un átomo y la masa del electrón también está balanceada. Si la masa del neutrón fuese mayor que la del protón por un poco más de la masa del electrón, los átomos colapsarían.

Así mismo, la localización de nuestro planeta y la inclinación de su eje es perfecta. Unos grados más lejos del sol, nos congelásemos; unos grados más cerca, nos quemásemos. El grado de inclinación de la Tierra (23%) permite la distribución necesaria de los rayos del sol y las temperaturas que mantienen el agua en un estado líquido – la cual, convenientemente, es absolutamente necesaria para que la vida exista.

La luna mueve la marea, distribuyendo los nutrientes hacia todos los océanos y mares. ¿No te has dado cuenta que, durante un eclipse, la luna tapa el sol por completo? ¡Sería una coincidencia enorme el hecho de que el tamaño de nuestra luna sea exactamente proporcional a la distancia de la Tierra al Sol! Los eclipses no son necesarios para sostener vida, pero gracias a ellos, la teoría de la relatividad fue confirmada – aparte de todo lo que se aprende sobre las características y el movimiento del sol.

Si el planeta Tierra estuviese en alguna otra posición dentro de la Vía Láctea (nombre de nuestra galaxia), no se pudiese estudiar astronomía, ya que el cielo sería muy brillante como para poder utilizar telescopios. Además, la atmósfera de la Tierra tiene el balance perfecto de oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y dióxido de carbono para permitir la vida y, curiosamente, es lo suficiente transparente como para poder estudiar los cuerpos celestes, cosa que no se puede hacer en ningún otro planeta de nuestro sistema solar.

Estos son sólo algunos parámetros que, al cambiarse en lo mínimo, no permitirían que la vida y/o el universo en sí existiesen.

¿Qué dicen en contra de este diseño?

Algunos argumentan que todo fue un resultado aleatorio y accidental.

De la manera en que tratan de explicarlo es asumiendo que el universo es infinito (siempre existió). Hasta lo improbable se hace probable cuando tiene un marco de tiempo infinito. Pero, esto es derrotado por las evidencias presentadas por los estudios de Edwin Hubble y las teorías de Albert Einstein – el universo tuvo un principio. A este principio se le llama el famoso “Big Bang.” Como nuestro universo tuvo un principio, tuvo que tener una causa.

Por lo tanto, si se quiere argumentar a favor de la suerte, hay un límite de tiempo dentro del cual puede ser posible. Sin embargo, ¡los parámetros y las medidas son tan exactas e improbables que 15,000,000,000 de años no son suficientes!

Otra teoría diseñada para no tener que explicar esta precisión a base de Dios es la teoría de los “multiversos” o múltiples universos. La idea establece que, en realidad hay muchos universos y, casualmente, estamos en el que está equipado para sostener la vida. La presición y exactitud de nuestro universo no son exactos ni precisos – son, simplemente, una opción dentro de las muchísimas que existen dentro de cada universo.

¿Se acuerdan del cuento de Ricitos de Oro y los tres osos? Cuando Ricitos quería comer, fue plato por plato: “Este caldo está muy caliente… este caldo está muy frío… ¡este caldo está perfecto!” Dados los tres platos de caldo, Ricitos encontró uno que era perfecto. Según la teoría de los “multiversos,” hay una cantidad infinita de universos – algunos muy calientes, otros muy fríos – y, como hay infinitos, TIENE que haber uno que sea perfecto para sostener vida. Por suerte, coincidencia y puro accidente caímos en este universo perfecto.

Otra versión mezcla la teoría del “Big Bang” y la de los multiversos, diciendo que, de estos muchos universos, hubo un choque entre (al menos) dos de ellos – provocando el “Big Bang.”

Pero, ¿dónde está la evidencia de esto? ¿Dónde están estos otros universos y cómo se encontraron?

Los proponentes de esta teoría admiten que no tienen acceso a estos universos, pero debemos asumir que existen. Básicamente, han construído una teoría que postula algo infinito y más allá de nosotros – algo enteramente distinto a nuestro universo, fuera de él, y que no se puede medir desde nuestra perspectiva limitada. ¿Suena familiar?

Tal parece que, para deshacerse de un Creador, se ha postulado una teoría que apela a algo que nunca podremos saber como cierto y que debemos creer por fe. Sin embargo, a diferencia de la fe Cristiana, no hay evidencia de tal existencia.

Diseñado con nosotros en Mente

Las observaciones científicas nos demuestran que el universo y la Tierra están muy perfectamente diseñada – dentro de unos parámetros improbables – para tener vida y poder descubrir los misterios de la creación. Al investigar estas pistas, inevitablemente somos llevados a tener un propósito y diseño. Si tomamos lo que observamos en la naturaleza con lo que se nos revela en las Escrituras, tenemos suficientes y razonables evidencias para creer que Dios creó los Cielos y la Tierra – y los creó con nosotros en mente.

Si vas en tu auto admirando las montañas de piedra caliza por la carretera 244 de Dakota del Sur en los Estados Unidos y, de repente, ves los cuatro rostros del monte Rushmore.

¿Pensarías que esos cuatro rostros son el producto accidental y aleatorio de miles y miles de años de viento y lluvia provocando erosión en la piedra caliza? ¿O pensarías que hay un diseño?

No hay razón porqué pensar que el Universo no tiene un diseño y, por lo tanto, un Diseñador.

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Salmo 8:3-4)

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lunes, 20 de abril de 2015

Argumento cosmológico "kalam"

Este argumento es un caso efectivo para el teísmo en general, no necesariamente el Dios Cristiano. Está diseñado para probar que el Universo es intencional y contesta la pregunta filosófica que la ciencia ni los ateos pueden contestar:

“¿Por qué hay algo en vez de nada?”

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El expositor primordial de este argumento en la actualidad (a mi conocer) es el Dr. William Lane Craig, aunque es una recopilación de pensamientos filosóficos y científicos que llegan hasta Aristóteles. Veamos el argumento:

Premisa #1: Todo aquello que comienza a existir requiere una causa.
Premisa #2: El universo comenzó a existir.
Conclusión: El universo requiere una causa.

Lo más importante es entender que nada se puede sustentar en un debate a menos que se pueda frasear en un argumento válido, de acuerdo con las reglas de inferencia. En otras palabras, debe tener unas conclusiones lógicas y que puedan ser deducidas, dado a que las premisas sean ciertas.

Por lo tanto, la idea de defender un argumento como este es establecer la veracidad de las premisas para que la conclusión sea cierta.

Probando las Premisas1. “Todo aquello que comienza a existir requiere una causa.”

Esta premisa es auto-evidente. No hay algo que venga de la nada. Si algo tuvo un principio – o comenzó a existir – entonces ALGO tuvo que traerlo a la existencia. Algunos intentan definir “nada” como un vacío cuántico, pero aún los vacíos son algo; tienen energía y partículas cuánticas. No hay evidencia empírica de que algo haya surgido de la nada absoluta. Los antiguos griegos tenían razón cuando dijeron: “De la nada viene nada.” Esto es más factible que creer que lo que comienza a existir NO requiere una causa.

En este punto, los opositores del Cristianismo preguntan: “Entonces, ¿quién creó a Dios?” pero esto es una errónea interpretación de la premisa. Lo que requiere una causa es todo lo que COMIENZA a existir, no todo lo que existe. Dios es eterno. Por lo tanto, no comenzó a existir. Como Dios no comenzó a existir, no requiere una causa. (Para más detalles, pulsa en el enlace anterior.)

2. “El universo comenzó a existir.”

Esta premisa es la que más prueba requiere.

Primero, la mecánica cuántica no puede salvar al ateo. En la mecánica cuántica, partícula virtuales surgen en el vacío. Este vacío es provocado por uncientífico. La partícula existe por un periodo de tiempo inversamente proporcional a su masa(mientras más masa, menos tiempo existe). Sin embargo, en el caso de la Teoría del “Big Bang,” ni siquiera hay un vacío – hay nada. No hay científico – hay nada. No sólo eso, sino que el universo es demasiado de muy masivo como para durar 14 billones de años como una partícula virtual.

Segundo, he encontrado ateos que han mencionado que la Teoría del “Big Bang” es física especulativa y que puede cambiar en cualquier momento. Sin embargo, la tendencia es un principio absoluto surgido de nada. Tenemos una serie de descubrimientos científicos – sólidos y recientes – que apuntan en una dirección definitiva:

La teoría de la relatividad general de Eistein y las confirmaciones científicas de su exactitud.La radiación de microondas en el fondo cósmico (en inglés: “cosmic microwave background radiation”)Predicciones radioactivas de abundancia de elementosPredicciones de abundancia de hidrógeno/helioFormaciones estelares y teorías sobre sus ciclos de vida.La segunda ley de Termodinámica y su aplicación a la fusión nuclear dentro de estrellas.El “red-shifting” de luz emitida de galaxias que se alejan de nosotros.

Por estas razones, entre otras, si los ateos cuestionan estos descubrimientos y el origen del universo físico de la nada, en cierta manera, se oponen al progreso científico.

¿Qué fue lo que surgió en el momento de la Creación?

Tenemos que entender que la Teoría del “Big Bang” establece que el espacio, el tiempo y la materia fueron creadas en el momento de la Creación (o el “Bang,” por así decirlo). Por lo tanto,

No había espacio causal antes de que el universo comenzara a existir.No había tiempo causal antes de que el universo comenzara a existir.No había materia causal antes de que el universo comenzara a existir.

Todas estas cosas comenzaron a existir en el primer momento.

¿Qué se puede inferir sobre la causa?

Así que el espacio, el tiempo y la materia comenzaron a existir. ¿Qué pudo haberlos causado a comenzar a existir?

Lo que sea que causó que el universo a existir no está dentro del espacio, porque no había espacio causal antes del evento de la creación. Entonces, la causa tiene que ser no-física, porque las cosas físicas existen dentro del espacio.Lo que sea que causó que el universo a existir no está limitado por el tiempo. Es decir, nunca comenzó a existir. No había un paso de tiempo causal antes del “Big Bang,” por lo tanto la causa del universo no surgió: la causa existía eternamente.Lo que sea que causó que el universo a existir es inmaterial. Toda la materia del universo surgió en el primer momento. Lo que sea que causó el comienzo del universo no puede ser material, porque no había materia causal antes del “Big Bang.”Entonces, ¿qué debe ser la causa?

El Dr. Craig menciona que estamos familiarizados sólo con dos realidades inmateriales, no-físicas ni temporales:

Objetos abstractos (números, conjuntos y relaciones matemáticas)Mentes (como la suya y la mía)

Ahora bien, los objetos abstractos no causan efectos en la naturaleza. Sin embargo, estamos enteramente conscientes de las capacidades causales de nuestras propias mentes. Por ejemplo, tu mente puede causar que tu mano se levante. Por lo tanto, por el proceso de eliminación, nos quedamos con una mente como la causa del universo. Como diría Sir Conan Doyle:

“Cuando has eliminado lo imposible, lo que queda – por más improbable – tiene que ser la verdad.”

Esta causa creó todo el universo físico. La causa de este evento es, entonces, sobrenatural, ya que el hecho de que trae la naturaleza a la existencia implica que no es parte de la naturaleza misma y que el hecho de crear materia es un milagro en sí.

¿Por qué importa el argumento cosmológico kalam?

Tenemos que tomar una decisión hoy de cómo vamos a vivir. La evidencia disponible hoy apoya la creación de todo el universo físico de la nada (ex nihilo), causado por una mente sobrenatural con inmenso poder. El progreso de la ciencia ha fortalecido esta teoría en contra de teorías naturalistas contrarias.

Esos son los hechos y tenemos que decidir qué hacer con ellos.

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Nota final:

Si deseas buscar un poco más sobre el tema, recomendamos el debate del Dr. William Lane Craig en contra del físico ateo Victor Stenger. El audio del debate (en inglés) está disponible aquí.

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sábado, 18 de abril de 2015

Algunos argumentos a favor de la existencia de Dios.

A continuación se resumirán algunos argumentos a favor de la existencia de Dios. Para leer una versión extendida de cada argumento, puede seguir el enlace correspondiente.]

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#1: Dios hace sentido del origen del universo (Argumento Cosmológico

¿Te has preguntado de dónde salió el universo? ¿Por qué todo existe en vez de que exista nada? Por lo general, se argumenta de que el universo es eterno. Pero esto no es una postura razonable.

¿Por qué no es razonable? Pensemos un momento.

Si el universo nunca tuvo un principio, eso significa que la cantidad de eventos pasados en la historia del universo es infinita. Sin embargo, los matemáticos reconocen que la existencia de cosas infinitas reales lleva a contradicciones. Por ejemplo, ¿cuánto es infinito menos infinito? Matemáticamente, hay contestaciones contradictorias. Esto nos enseña que el infinito es una idea en nuestra mente y no algo que existe en la realidad. David Hilbert comenta:

“El infinito no puede ser encontrado en ninguna parte de la realidad. Ni existe en la naturaleza ni provee una base legítima para el pensamiento racional. El único rol que le toca a lo infinito es el de una idea.” (Philosophy of Mathematics, pág. 139,141)

Lo que esto implica es que, como los eventos del pasado no son sólo ideas, entonces la cantidad de eventos pasados debe ser finita. Por lo tanto, si la serie de eventos es finita, sólo puede retroceder hasta cierto punto. El universo tuvo que comenzar en algún momento.

Esta conclusión ha sido confirmada por impresionantes descubrimientos en astronomía y astrofísica. En uno de los desarollos más importantes de la ciencia moderna, ahora tenemos muy buena evidencia de que el universo no es infinito hacia el pasado, sino que tuvo un principio hace casi 14 billones de años atrás en un evento cataclísmico conocido como el “Big Bang.” Lo que hace que el “Big Bang” sea tan importante es que representa el origen del universo desde, literalmente, nada. Toda la materia y energía – hasta el espacio físico y el tiempo mismo – llegaron a la existencia desde el “Big Bang.”

Claro, hay varias teorías alternas que han sido creadas para evitar este principio absoluto. Sin embargo, ninguna de estas teorías se ha establecido como más verosímil que la teoría del “Big Bang.” De hecho, en el 2003, Arvind Borde, Alan Guth y Alexander Vilenkin efectivamente probaron que cualquier universo que esté en estado de expansión cósmica no puede ser infinito hacia el pasado, sino que tiene un principio absoluto. Viledkin lo pone de la siguiente manera:

“Se ha dicho que el argumento es lo que convence al hombre razonable y la prueba es lo que convence hasta el hombre irrazonable. Con las pruebas ya en su lugar, cosmólogos ya no pueden esconderse detrás de la posibilidad de un universo infinito. No hay escapatoria – tienen que enfrentarse al problema de un principio cósmico.”

Este “problema” es resumido por Anthony Kenny de la universidad de Oxford:

“Un defensor del ‘Big Bang,’ por lo menos si es ateo, tiene que creer que el universo salió de la nada y por nada.”

De seguro, esto no tiene sentido alguno. De nada, sale nada – así que, ¿por qué hay algo, en vez de nada? ¿De dónde salió? Tuvo que haber una causa que trajo el universo a la existencia.

Resumimos el argumento Cosmológico así:

Premisa #1: Todo aquello que comienza a existir requiere una causa.
Premisa #2: El universo comenzó a existir.
Conclusión: El universo requiere una causa.

Dada la veracidad de las dos premisas, necesariamente llegamos a la conclusión.

La propia naturaleza del caso, esta causa que creó el universo tiene que ser un Ser no-causado, incambiante, eterno e inmaterial. Tiene que ser no-causado porque, como vimos, no puede haber una regresión infinita de causas. Tiene que ser eterno y, por consiguiente, incambiante – por lo menos sin el universo – porque creó el Tiempo. Como también creó el espacio, debe trascender el espació también, haciéndolo inmaterial.

Además, diría yo, debe ser personal. ¿De qué otra manera podría una causa eterna dar lugar a un efecto temporal como el universo? Si la causa fuese sólo un conjunto de condiciones necesarias y suficientes que operan mecánicamente, entonces la causa nunca pudiese existir sin el efecto. Por ejemplo, el agua se congela a 0ºC (32ºF). Si la temperatura hubiese sido de 0ºC desde la eternidad pasada, entonces cualquier agua disponible sería congelada por la eternidad. Sería imposible que el agua comenzare a congelarse hace un tiempo finito atrás. Por lo cual, si la causa es permanentemente presente, el effecto lo sería también. La única forma de que la causa sea eterna y que su efecto sea temporal es que la causa sea un agente personal que libremente decidió crear un efecto en el tiempo sin condiciones previamente determinadas. Por ejemplo, un hombre sentado desde la eternidad puede decidir pararse. Por lo tanto, somos llevados a, no sólo una causa trascendental del Universo, sino a su Creador personal.

¡Que impresionante que la teoría del “Big Bang” confirma lo que los teístas Cristianos han creído: que, en el principio, Dios creó el universo!

Ahora bien, ¿qué hace más sentido? ¿Qué las afirmaciones del Cristianismo son certeras o que el universo apareció en la existencia, aleatoriamente, sin causa y de nada?

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#2: Dios hace sentido de la perfección y el orden del universo para apoyar vida inteligente (Argumento Teleológico

A través de los últimos 40 años, científicos han descubierto que la existencia de la vida inteligente depende de un balance de condiciones iniciales dados por el “big Bang.” Este balance es delicado y complejo. Se creía que la vida inteligente hubiese surgido sin importar las condiciones del universo, pero se ha descubiero que nuestra existencia se balancea en un filo de espada. La existencia de la vida inteligente depende de una conspiración de condiciones iniciales que tuvieron que ser precisadas a un grado que es, literalmente, incalculable.

Esta precisión es de dos tipos. Primero, cuando las leyes de la naturaleza son expresadas en ecuaciones matemáticas, hay ciertas constantes que aparecen en ellas (como la constante de la gravedad). Estas constantes NO son determinadas por las leyes de la naturaleza. Las leyes naturales son consistentes con una amplia gama de valores para estas constantes.

Segundo, adicional a estas constantes, hay cierta cantidades arbitrarias que son puestas como condiciones iniciales sobre las cuales las leyes de la naturaleza operan. Por ejemplo, la cantidad de entropía o el balance entre materia y anti-materia en el universo. Todas estas constantes y cantidades caen un margen extraordinariamente pequeño para poder hacer que la vida sea posible. Si estas constantes fuesen alteradas en lo mínimo, el balance que permite la vida sería destruído y la vida no pudiese existir.

El físico P.C.W. Davies calculó que un cambio en la fuerza gravitacional atómica débil por sólo una parte en 10100 hubiese prevenido un universo que permitiera la vida. La constante cosmológica que dirige la infación del universo y es responsable por el reciente descubrimiento de la aceleración de la expansión del mismo está inexplicablemente precisada a una parte en 10^120. Roger Penrose de la universidad de Oxford calculó que la probabilidad de que las condiciones de baja entropía del “Big Bang” fuesen por “suerte” son 1 x 10^10(123). Esto es un número con más de 1,200 ceros. Ni siquiera tiene nombre.

Interesantemente, a parte de que cada constante esté precisada, para poder tener un universo que permita la existencia de la vida, la razón entre ellos tiene que ser precisada también. Por lo cual, tenemos que  multiplicar improbabilidades por más improbabilidades hasta que nuestros cerebros sean inundados con números incomprensibles.

Entonces, ¿qué alternativas tenemos para explicar este fenómeno matemático de improbabilidades extremas?

Algunos piensan que fue puro accidente. Un evento aleatorio del cual nosotros somos los beneficiados. Pero, como vimos, las probabilidades de que el universo sea uno que permita la vida son tan gigantescamente incomprensibles que uno no se puede enfrentar a esta alternativa razonablemente. Aunque pueden haber una gran cantidad de mundos en los cuales pueda existir vida dentro del marco cósmico, la cantidad de universos que permiten vida es impresionantemente más pequeña, por lo cual la existencia de un universo que permita la vida es fantásticamente improbable. Las personas que ignorantemente declaran “¡Todo surgió por accidente!” simplemente no tienen un concepto de la increíble precisión necesaria como requisito para que el universo contenga vida. Estas personas NUNCA usarían este tipo de hipótesis para explicar otras cosas como, por ejemplo, el cómo llegó un auto a su casa de la noche a la mañana.

Nuevamente, la cosmovisión que el Cristianismo siempre ha tenido se mantiene: que hay un Diseñador inteligente del universo. Esto hace mucho más sentido que la visión atea de que el universo casualmente y por accidente resultó ser precisado a unos niveles incomprensibles para sustentar la existencia de la vida inteligente.

Se puede resumir el argumento así:

1. La precisión del universo es a causa de un accidente o por diseño.
2. Esta precisión no fue a causa de un accidente.
3. Por lo tanto, la precisión es producto de un diseño.

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#3: Dios le da sentido al los valores morales objetivos (Argumento de la Moralidad

Si Dios no existe, no existen valores morales objetivos. Decir que hay valores morales objetivos es decir que que algo es correcto o incorrecto independientemente de la cantidad de personas que lo crean como tal. Por ejemplo, podemos decir que el antisemitismo Nazi estuvo moralmente mal, aunque los Nazis que llevaron a cabo el Holocausto pensaban que era el bien. Seguiría siendo malo aunque los Nazis hubiesen ganado la Segunda Guerra Mundial y lograsen eliminar a todos los que se oponían. Lo que reclamo es que, en la ausencia de Dios, no hay fundamento para poder decir que algo está mal o está bien.

Friedrich Nietzsche, el gran ateo que afirmó que “Dios ha muerto,” entendió que la muerte de Dios significa la  destrucción de todo sentido y valor de la vida. La muerte de Dios conducirá, dice Nietzsche, no sólo al rechazo de la creencia en un orden cósmico o físico, sino también al rechazo de los valores absolutos — al rechazo de la creencia en una objetividad y una ley moral universal, que se ejerce sobre todos los individuos. (La Gaya Ciencia, sección 125)

Pienso que Friedrich Nietzsche tenía razón.

Nota que no digo que es necesario creer en Dios para poder vivir vidas moral mente buenas y tampoco digo que no se pueden reconocer estos valores morales objetivos fuera de Dios. Yo creo que se puede. Lo que estoy diciendo es que si Dios no existe, entonces estos valores morales objetivos no existen tampoco. En la ausencia de Dios, no hay por qué pensar que la moralidad es objetiva. Si Dios no existe, ¿qué tienen de especial los seres humanos? Seríamos productos accidentales de la naturaleza que han evolucionado recientemente en una partículo diminuta en algún rincón de un universo hostil y sin sentido – dentro del cual estamos condenados a perecer individual y colectivamente en poco tiempo.

En la visión atea, algunas conductas – como violar sexualmente a otro – no son socialmente ventajosos, por lo cual en el transcurso de la evolución ha sido tabú; sin embargo esto no prueba que violar sexualmente a otra persona es verdaderamente mal. En esta visión atea – aparte de las consecuencias sociales, no hay nada verdaderamente malo con violar a otra persona. Por lo tanto, sin Dios, no hay un bien o mal absoluto que se impone en nuestras conciencias.

El probema es que, en lo profundo de nuestro ser, lo sabemos. Sabemos cuando algo es malo – que los valores morales objetivos existen. No hay más necesidad de negar la realidad de la objetividad de los valores morales en la realidad objetiva del mundo físico.

Acciones como la violación sexual, la torture y el abuso infantil no son sólo conductas inaceptables a la sociedad – son abominaciones morales. Hay cosas que son verdaderamente malas. De igual forma, el amor, la igualdad y el auto-sacrificio son cosas verdaderamente buenas. Si los valores morales objetivos no puede existir sin Dios, pero existen los valores morales objetivos, entonces es lógico pensar que Dios existe, sin llegar a otra conclusión.

Este argumento se resume así:

Premisa #1: Si Dios no existe, no existen deberes morales ni valores morales objetivos.
Premisa #2: Existen deberes morales y valores morales objetivos.
Conclusión: Por lo tanto, Dios existe.

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#4: La Existencia de Dios le da sentido respecto a los hechos alrededor de la vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesús. (Argumento Histórico)

La persona histórica de Jesús de Nazaret es, sencillamente, espectacular. Los críticos del Nuevo Testamento han llegado a un consenso que el Jesús histórico llegó al mundo con una inigualable autoridad espiritual – la autoridad de hablar y tomar el lugar de Dios. Por esta razón, los líderes judíos lo crucificaron con el cargo de blasfemia. Declaró que el Reino de los Cielos había llegado en Él y, através de los hechos milagrosos y exorcismos, lo demostró a lo largo de su ministerio. Sin embargo, la confirmación más importante de este hecho fue su resurección de los muertos. Si Jesus resucitó, entonces tendríamos un milagro en nuestras manos y excelente evidencia de la existencia de Dios.

Muchas personas piensan que el asunto de la resurección de Jesús es algo que se acepta por fe, pero hay varios hechos establecidos que son aceptados hasta por los críticos más severos del Cristianismo. Los tres principales (hay 12) son: La tumba está vacía, hay personas que vieron a Jesús después de Su muerte y el origen de la creencia de los discípulos en la resurección. Vamos a ver estos tres brevemente.

#1: La tumba está vacía

La tumba de Jesús fue encontrada vacía por un grupo de seguidoras de Jesús un domingo en la mañana. Según Jacob Kremer, un erudito especializado en los estudios de la resurección, dice que “el recuento bíblico sobre la tumba vacía es considerado como uno de los más confiables por la gran mayoría de los expertos.” (de su libro Die Osterevangelien–Geschichten um Geschichte, pp. 49-50). Según D.H. Van Daalen, es sumamente difícil oponerse a la tumba vacía por medios históricos – los que niegan esta realidad lo hacen a base de supuestos filosóficos o teológicos.

#2: Hubo personas y grupos de personas que testifican de que vieron a Jesus vivo después de Su muerte.

Según el Crítico Neotestamentario Alemán Gerd L¸demann, “Se puede considerar como un hecho histórico que Pedro y los discípulos tuvieron experiencias después de la muerte de Jesús, en las cuales Jesús se les apareció como el Cristo resucitado. Estas apariciones no sólo fueron experimentadas por Sus seguidores, sino por escépticos y enemigos de Jesús.

#3: Los discípulos de pronto creyeron en la resurección a pesar de tener toda la predispocisión de lo contrario.

Pensemos en la situación que los discipulos se enfrentaron luego de la crucifixión de Jesús: Su líder estaba muerto y las expectativas del Mesías de los Judíos era que éste triunfaría sobre los enemigos de Israel, no que iba a ser condenado y vergonzosamente ejecutado como un criminal. Además, lo que los judíos entendían sobre la vida eterna era que habría una resurección general al final del mundo, no que alguien pasase de muerte a gloria e inmortalidad antes de ese hecho. Sin embargo, los discípulos creyeron en que Dios resucitó a Jesús con tanta vehemencia, que ellos mismos estaban dispuestos a morir por la verdad de esa creencia. El erudito Neotestamentario de la Universidad Emory dice: “Algún tipo de experiencia súbita y poderosa es requerida para generar el tipo de movimiento que fue el Cristianismo temprano. (de su libro The Real Jesus, p. 136). N.T. Wright, un historiador británico, concluye: “Es por esta razón que yo, como historiador, no puedo explicar cómo se levantó el Cristianismo en sus principios a menos que Jesús haya resucitado, dejando atrás una tumba vacía.” (de su artículo titulado “The New Unimproved Jesus” en la revista Christianity Today, p. 26).

Los intentos tratando de explicar estos hechos (como, por ejemplo, que los discípulos se robaron el cuerpo o que Jesús no estaba muerto, sino que había desmayado) han sido universalmente rechazado por la erudición contemporánea. El simple hecho es que no hay ninguna explicación naturalista de estos eventos. Por lo cual el Cristiano está ampliamente justificado en creer que Jesús resucitó de los muertos y era quién decía que era. Y eso implica que Dios existe, porque Jesús existió.

Resumimos el argumento así:

Premisa #1: Hay unos “hechos mínimos” relacionados a la vida, muerte y resurección de Jesús de Nazaret (distutimos tres).
Premisa #2: La hipótesis de que “Dios levantó a Jesús de los muertos” es la mejor explicación de todos los hechos
Premisa #3: La hipótesis de que “Dios levantó a Jesús de los muertos” implica que el Dios revelado por Jesús de Nazaret existe.
Conclusión: l Dios revelado por Jesús de Nazaret existe.

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¿Sabes qué es lo mejor de Dios? Que puedes saber que Dios existe aparte de cualquier argumento presentado. ¿Cómo? Sencillamente experimentándolo inmediatamente. Así es cómo las personas de la Biblia conocían a Dios. El profesor John Hick explica:

“Dios era conocido a ellos como una voluntad dinámica que interactuaba con sus propias voluntades – una realidad dada y absoluta, tan inescapable como una tormenta violenta o el sol que ilumina. No pensaban de Dios como una entidad inferida, sino como una realidad experimentada. Para ellos, Dios no era una idea adoptada por la mente, sino una realidad experimental que le daba significado a sus vidas.” (de la introducción escrita para el libro “Existence of God”).

Los filósofos conocen creencias así como “creencias propiamente básicas.” No son creencias a base de otras creencias, sino que son una parte fundamental del sistema de creencias de un individuo. Otras creencias propiamente básicas serían cosas como: creencia en la existencia del pasado, creencia en la existencia de un mundo exterior y creencia en la existencia de otras mentes a parte de la tuya. Si le damos un poco de pensamiento, ninguna de estas creencias pueden ser probadas. ¿Cómo se prueba que el universo no fue creado hace 5 minutos atrás, incluyendo apariencias como comida en nuestros estómagos que, en realidad, no comimos o memorias que, en realidad, nunca experimentamos? ¿Cómo tu pruebas que tú no eres un cerebro sumergido en químicos que lo estimulan a creer que estás ahí sentado leyendo esto (estilo “Matrix”)? ¿Cómo tú puedes probar que otras personas no son robots que tienen todas las propiedades externas de personas con mentes, siendo, en realidad, entidades sin alma ni voluntad?

Son creencias básicas, pero no significa que son arbitrarias. La realidad es que tienen fundamento en el sentido que son creencias formadas en el contexto de ciertas experiencias. Por ejemplo, a través del contexto de las experiencias de mis sentido y mis emociones, yo creo la creencia de que hay ciertos objetos físicos que yo detecto. Por lo tanto, mis creencias básicas no son arbitrarias, sino a base de experiencias. Puede que no hay forma de probar estas creencias, pero es perfectamente racional el que yo las tenga. La persona que piensa que el mundo fue creado hace cinco minutos o que es un cerebro en una piscina de químicos y todo es un sueño sencillamente no es una persona racional. Creencias como estas no son sólo básicas, sino propiamente básicas.

De la misma forma, la creencia en Dios, para aquellos que lo buscan, es propiamente básica, fundamentada en nuestra experiencia de Dios.

Ahora bien, si esto es cierto, hay cierto peligro de que los argumentos a favor de la existencia de Dios puedan distraer de Dios mismo. Si sinceramente buscamos a Dios, Él hará Su existencia evidente. La Biblia nos dice que nos acerquemos a Dios y Él se acercará a nosotros (Santiago 4:6). Por lo tanto, no nos debemos concentrar tanto en las evidencias que perdamos la capacidad de escuchar la voz de Dios hablando a nuestros corazones.

Para aquellos que escuchan, Dios se vuelve una realidad inmediata en sus vidas.

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